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Tuesday, November 05, 2013

Recuerdos que entristecen

Recuerdos que entristecen
MARTES, 05 DE NOVIEMBRE DE 2013 00:31 ESCRITO POR SUSANA TERESA MÁS IGLESIAS

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) En el más de medio siglo que
lleva la revolución en el poder, los cubanos hemos tenido que pasar por
situaciones que nos llevaron a actos que se pueden catalogar de
humillantes y que en algunos casos rebasaron los límites de la ridiculez.

Cito solo algunos ejemplos.

Los religiosos, con carácter obligatorio, tenían que sacar permiso en
las unidades de la policía para realizar cualquier actividad (sesión
espiritista, tambor, violín, cajón, en homenaje a algún santo de la
religión yoruba o cualquier otra) en la que tuviera que interactuar un
grupo de personas, por muy pequeño que fuese, y declarar el día, hora y
lugar donde acontecería el mismo.

El 6 de enero, que se conoce tradicionalmente como el Día de los Reyes
Magos, en el que los niños hacían solicitudes de determinados juguetes,
se instauró la metodología de proporcionar solo tres juguetes de
distintas categorías y precios: el básico (el de mejor calidad), el no
básico" (de regular calidad y menor precio) y el más inferior en calidad
y de más bajo precio al que se llamó dirigido.

Cuando se decretó el llamado período especial, durante algún tiempo hubo
que sustituir el arroz por fideos y la carne por cáscara de plátano
condimentada.

Al comenzar a faltar las medias largas para féminas, muchas mujeres,
sobre todo a las que se les exigía como complemento del uniforme
laboral, tomaron la iniciativa de embadurnar sus piernas con aceite o
brillantina para que brillaran y con lápiz de cejas hacer una línea
oscura que imitara las costuras.

En La Habana, las parejas que se casaban tenían que aceptar para pasar
la luna de miel el hotel de la capital que se les asignara, con un
límite de tiempo que no excedía los tres días, a no ser que tuviera
alguna amistad que les pudiera resolver una prórroga, o pasar una semana
en otro hotel cualquiera en las playas del este de la ciudad. Casi
siempre era el Hotel Gran Vía, en la localidad de Guanabo, que estaba
tan solo a unos metros la playa, pero con un aspecto tétrico por la
oscuridad de sus pasillos e imperfecta decoración de habitaciones que
quitaba las ganas a cualquiera de dar un beso mientras el sol estuviera
afuera.

Durante mucho tiempo, al acudir a algún restaurant, solo se tenía
derecho a un plato fuerte y dos cervezas por consumidor, poco importaba
que hubiera hecho cola por más de cuatro o cinco horas para entrar.

Las embarazadas o sus familiares se vieron en la obligación de hacer
colas en tiendas de canastillas hasta por un mes, rectificando el puesto
en la cola día y noche, para poder comprar, cuando abastecieran, la
cuna, el colchón o algún otro artículos para bebitos.

Cuando el gobierno instauró las casas de cambio –popularmente conocidas
como "casas de Hernán Cortés- donde eran compradas todo tipo de joyas u
objetos que fuesen de oro o plata, algunas familias rebuscaron hasta en
los más recónditos lugares de las casa a ver qué encontraban, para
adquirir algunos "chavitos" para con ellos poder comprar lo necesario,
ya fuese para comer o vestir.

Ahora, que la situación se pone cada vez peor, los que recuerdan esto,
se dan cuenta que aquellos tiempos tampoco fueron buenos para los no
favorecidos, los de abajo.

Para Cuba actualidad: susana.mas24@yahoo.com
http://porquedesusana.blogspot.com
http://twiter/coky24i

Source: "Recuerdos que entristecen | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/9053-recuerdos-que-entristecen.html

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