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Monday, November 11, 2013

Marxismo-leninismo, hoja de parra de Fidel Castro

Marxismo-leninismo, hoja de parra de Fidel Castro
LUNES, 11 DE NOVIEMBRE DE 2013 00:22 ESCRITO POR ROBERT A. SOLERA

Cuba actualidad, Miami, USA, (PD) Mucho se ha debatido, y se debate,
sobre la filiación marxista-leninista del tirano.

Casi todos tratan de hallar un momento en su historia biográfica que
indique cuándo ocurrió –si así fue-- su integración a la filosofía de
Marx y Lenin.

Según Salvador Díaz Versón, en su libro "One Man, One battle", de World
Wide Publishing Co. Inc., en 50 Rockerfeller Plaza, New York, a finales
de 1943, Fidel Castro frecuentaba la residencia en el Reparto Miramar de
Gumer W. Bashirov, un 'diplomático' ruso enviado en misión secreta a
Cuba donde, alega Díaz Versón, recibía financiamiento económico junto a
una legión de jóvenes estudiantes captados como simpatizantes del
régimen comunista y de su filosofía. En la relación hay nombres
archiconocidos más tarde como comunistas tales como Luis Más Martín,
Raúl Valdés Vivó y otros. En el grupo menciona a alguien a quien conocí
muy bien y personalmente, Agustín Clavijo Gutiérrez quien viajó junto a
Raúl Castro a Europa a una reunión estudiantil. Clavijo y Fidel son
coetáneos, según me aseveró en una ocasión el primero, de modo que en
1943 ambos tenían 17 años, Fidel estudiando en el Colegio de Belén de
los Padres Jesuitas, en La Habana y Clavijo en un Instituto de Segunda
Enseñanza en la provincia de Las Villas. Fidel Castro se graduó de
Bachiller en Belén en 1945 e ingresó en la Universidad de La Habana en
la Facultad de Leyes y Clavijo lo hizo en la de Medicina.

Al volver Raúl Castro a Cuba por vía marítima de su viaje, fue detenido
por el régimen, no así Clavijo, que volvió en un viaje aparte.

Me constan las simpatías que mi amigo Agustín tuvo en vida por la
revolución cubana, como miembro del Movimiento 26 de Julio, lo que
provocó su arresto y lesión en 1957 al ser detenido por Esteban Ventura
Novo y tirarlo éste por una empinada escalera en su casa (lo que le
costó fracturas en la columna vertebral y años después a mediados de la
década de 1970 una operación con el mismo doctor que operó a Saddam
Hussein, Rodrigo Alvarez Cambra), tras Ventura matar a otro
revolucionario alojado allí, Celso Maragoto Lara, revolucionario miembro
de la Organización Auténtica quien había perdido la mano derecha al
explotarle una granada en mal estado que manipulaba, y quien se batió
ametralladora en mano con las fuerzas batistianas.

Clavijo se exilió en Costa Rica en 1957, tras algunas peripecias que
sería largo contar y al regresar en 1959 a Cuba ingresó al Ejército
Rebelde como Teniente. Fue excluido del Ejército al negarse a ingresar
al Partido Comunista de Cuba que se había iniciado en 1965 y sólo la
mención de su conexión con Raúl Castro, quien incluso había enterrado
algunas armas en el patio de la casa de sus padres, al ser juzgado, lo
salvó de males mayores en el juicio militar, que presidía Juan Almeida
Bosque.

No hay dudas de las inclinaciones sociales de Clavijo, aunque no
usufructuó ningún beneficio de la 'revolución' a la que más bien había
donado un laboratorio químico de su propiedad en Regla. Tampoco se puede
dudar de la inclinación hacia la izquierda de Fidel Castro, siempre
recordando que por lo general tras la Revolución del 30 esa tendencia
era mayoritaria en la juventud de la época, lo que no quiere decir
fueran comunistas, ni el uno ni el otro. En ese tiempo, cualquiera era
tildado de 'comunista' sin muchas veces, serlo de verdad. O de fascista,
como los partidarios del ABC, de Joaquín Martínez Sáenz y Carlos
Saladrigas Zayas-Bazán.

Fidel Castro se había destacado en Belén en deportes, como atleta
colegial recordista nacional en los 400 metros planos, como lanzador de
béisbol y miembro del equipo de baloncesto del Colegio, conjuntamente
con otros conocidos cubanos, como José Ignacio Rasco, dirigente del
Movimiento de la Democracia Cristiana (fallecido hace un par de días) e
incluso el ex Director fundador de El Nuevo Herald, Roberto Suárez.

La Universidad de La Habana era un hervidero revolucionario y vista por
muchos como trampolín a la política nacional y a la vez polvorín de los
ex revolucionarios remanentes de la década del 30 –incluso ex
combatientes de la Guerra Civil española como Rolando Masferrer y Emilio
Tró--, que se agrupaban en los llamados Grupos de Acción, como el
Movimiento Socialista Revolucionario (MSR), la Asociación Revolucionaria
Guiteras (ARG), el grupo de Ernesto de la Fé, ATOM, y la Unión
Insurreccional Revolucionaria (UIR) al que Fidel se afilió. Era lo
'chic', lo que estaba de moda en La Habana de los 40. En eso andaban los
Fructuosos Rodríguez, los Carbó Serviá, los Morín Dopico, los Manolo
Castro, los Mario SalabarrÍa y una pléyade interminable en la Colina
universitaria.

Fidel Castro se había destacado en Belén no sólo como deportista sino
también como miembro de la Academia "Gertrudis Gómez de Avellaneda", que
promovía un aspecto cultural que incluía la oratoria. En una ocasión,
frente a José Ignacio Rasco a Fidel le tocó defender el papel de la
enseñanza privada frente a Rasco que defendía lo opuesto. No pasó
desapercibido por el periódico "Hoy", órgano de prensa del Partido
Socialista Popular (comunista) que había sustituido por motivos tácticos
en 1943 a la Unión Revolucionaria Comunista, nombre anterior del partido
que lo atacó como defensor de la burguesía del más rancio abolengo.

Según Roberto Álvarez Quiñones de Diario de Cuba: "El 14 de diciembre de
1944 dicho periódico publicó: 'En el reaccionario Colegio de Belén se
realizó una ridícula sesión para combatir el proyecto del ilustre
senador [Juan] Marinello (que pretendía hacer pública toda la enseñanza
en Cuba), y uno de los discursos estuvo a cargo de un tal Fidel Castro,
pichón de jesuita, y que se mantuvo hablando tonterías, comiendo gofio
durante más de una hora"'. Sería el primer ataque, no el último a
Castro, que luego del Moncada fue acusado de "putchista" por sus ribetes
de tendencia fascista. Castro había admirado tanto al Duce italiano
Benito Mussolini como a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la
Falange Española fusilado en noviembre 20 de 1936 por los Republicanos
en la Guerra Civil Española.

Soy testigo de excepción de la voracidad intelectual de Fidel Castro
pues el difunto periodista Orlando de Cárdenas me mostró en la Librería
Universal de Manolo Salvat, donde yo presentaba mi primer libro, "Cuba
Viaje al Pasado", las facturas –sin pagar—por los libros marxistas que
Fidel Castro había comprado en su exilio en México mientras ambos
paseaban por el Distrito Federal, las que tenía pues había sido garante
ante el librero por la adquisición del material de lectura.
El periodista, político y analista Rasco comentó en un trabajo suyo
publicado en El Veraz, de San Juan, Puerto Rico: "Que Castro pudo haber
sido nazista tampoco lo exime de su totalitarismo marxista. Cualquiera
--o al menos algunos-- de los líderes marxistas pudieron haber cambiado
la hoz y el martillo por la misma swástica si el nazismo estuviera de
moda o se hubiera impuesto. Después de todo el nacional-socialismo y el
socialismo marxista son primos hermanos bien llevados. Por ello supieron
firmar pactos de no agresión cuando las conveniencias así lo
aconsejaron. Que Castro tiene mucho de nazista es cierto. Lo cual sólo
refuerza su condición de comunista manipulador y si hubiera habido
vientos favorables a su ascensión por la escalera nazi-fascista lo
hubiera hecho. Pero su sentido estratégico le dijo que no era el momento
para ser nazista ni siquiera para ser un dictador tropical...".

No obstante me inclino más por lo dicho anteriormente por Rasco en el
mismo trabajo: "Su peculiaridad caudillista ha sido la resultante de
aquellos héroes admirados en su etapa juvenil. De Maquiavelo aprendió a
justificarlo todo. De Adolfo Hitler y de Mussolini sus resabios
impositivos e invasores. De Mao Tse Tung tomó el gran poder de
simulación. De Franco --gallego como él-- la tenacidad en la
perpetuación del poder. De Lenin y Stalin sus rejuegos estratégicos y
sus crueldades. De Marx el trasfondo ideológico de ideas matrices sobre
el odio, la lucha de clases, la propiedad privada, la revolución mundial
y otros títulos de mucha plusvalía revolucionaria. Si todos estos
capitanes de la historia se batieran en una cotelera, el trago amargo
resultante sería Fidel Castro".

El PSP pretendió tras el triunfo de la insurrección "tragarse" a Fidel
Castro, pero le salió el tiro por la culata pues Castro se engulló a los
comunistas, con la anuencia de la URSS, que vio la posibilidad de
establecer "una punta de lanza" contra EEUU. Tras maniobras inteligentes
como la creación de las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas)
y la defenestración del primer intento PSpista de salir de él con la
visible cabeza de Aníbal Escalante Dellundé –primero exiliado en la URSS
en Pravda y luego impuesto a Fidel y volver a Cuba, para "la segunda
vuelta" en 1968 de su intento golpista, en lo que Raúl Castro calificó
de "microfracción", Castro transformó las ORI en Partido de la
Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y más tarde en el Partido
Comunista de Cuba, reservándose siempre la tajada del león para él y sus
cómplices y siempre llevando de comparsa a los restos del Directorio
Revolucionario Estudiantil "13 de Marzo" representados por Faure Chomón
Mediavilla y otros de sus miembros en puestos sin importancia y sin
poder alguno, ni económico ni militar, que pudieran poner en peligro su
primacía en algún momento.

Hay un dicho que reza: "Dime de lo que alardeas y te diré de lo que
careces". Fidel hace continuas protestas de su fidelidad al
marxismo-leninismo aunque los hechos diarios, lo desmienten.

El régimen cubano con Fidel o Raúl como cabezas visibles no es
marxista-leninista y sí uno personalista y castrista con una base
militar que lo apuntala, que por el peso de los hechos y los años se va
transformando en un régimen completamente socio-militar, donde en la
"piñata" económica estos militares y los miembros de "la familia
revolucionaria" se adueñan de la economía del país para su personal
usufructo.

El Partido Comunista sólo es una 'comparsa' que sirve como en los
Carnavales para disfrazar a un régimen sin una ideología clara que
pudiera sacar a Cuba y a sus ciudadanos del abismo en el cual el país
está hundido. El gobierno americano, especialmente los demócratas,
aunque en menor medida que los republicanos, lo sabe, por lo que, paso a
paso, se aproxima a su aceptación en la arena internacional pues sabe de
sobra qué sistema político está establecido en Cuba, lo que confirma que
predomina el interés económico y no hay 'asco' alguno a lidiar con un
gobierno que se dice comunista pero que tiene más de fascismo de lo que
quisiera admitir.

Fidel y su camarilla se ponen piel de cordero sobre su verdadera piel de
lobo y pactarían hasta con el Diablo, si así conviniera a sus intereses
y los de sus partidarios en la cumbre política. Mientras, el pueblo
llano sigue con su única salida, huir del país en busca de mejoras
económicas o sumarse a la "pachanga" ideológica de pretensa ideología de
izquierda.

De modo que la respuesta a la interrogante de si Fidel Castro es
marxista-leninista es un rotundo NO sino un régimen
personalista-paternalista con un progenitor que sólo cree en una sola
cosa: "Todo el poder para el Máximo Líder y las sobras para el cubano de
a pie".

Para Cuba actualidad: nellsol@yahoo.com
columnistas@cubaenelmundo.com

Source: "Marxismo-leninismo, hoja de parra de Fidel Castro | Cuba
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http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/9113-marxismo-leninismo-hoja-de-parra-de-fidel-castro.html

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