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Monday, November 04, 2013

Freddy ¿Otra vez?

Freddy ¿Otra vez?
LUNES, 04 DE NOVIEMBRE DE 2013 00:40 ESCRITO POR JUAN GONZALEZ FEBLES

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Escuché el torrente claro,
armónico y potente de su voz. Cantaba de forma en que todos los que
transitábamos en aquel momento la Calle del Obispo, en la vitrina para
turistas construida por el hábil negociante e Historiador de la Ciudad,
Eusebio Leal la escuchamos, alto y claro.

Lo hacía con una melodía y una fuerza inusual, sin micrófono o apoyo de
audio de ningún tipo.

Tanto el aspecto físico como la voz, el ritmo, la melodía y el
sentimiento, me trajeron de vuelta a

Guillermo Cabrera Infante y su maravillosa y clásica descripción de
Freddy, la cantante irrepetible del feeling y del entorno favorable que
la llevó al estrellato en una fulgurante y efímera carrera.

Se llama Leticia, es habanera, tiene 41 años y vende maní. Forma parte
del tinglado turístico montado para turistas idiotas y superficiales
llegados desde la culta Europa y Canadá. Cuando la vi, vendía y
pregonaba su mercancía con una bomba que apretaba el pecho. Vestía como
las morenas de Landaluce, ese andaluz que pintó como ninguno la Cuba que
conoció. Pero cuando detuve la atención en ella, me resultó imposible no
pensar en Freddy y en el viejo acetato con sus canciones que mi madre
solía escuchar.

Eran momentos en que yo prefería Radio Kramer, a Elvis y a Paul Anka.
Demoré varias décadas y algunas lecturas para comenzar a apreciar a
aquella contralto alucinante surgida de la entraña popular.

El caso es que mi Leticia de la Habana Vieja es muy poco probable que
grabe algo para la posteridad con esa maravillosa voz. Freddy fue
afortunada por vivir en La Habana que le tocó vivir. Vivió el momento o
uno de los momentos de mayor esplendor para la música y la cultura
cubana, porque la música para prosperar, también necesita hacerlo con
libertad.

Para Leticia no habrá empresario, -perdón funcionario- que la coloqué en
una firma discográfica, porque en Cuba, el talento constituye una
limitante o simplemente algo que debe subordinarse al interés superior
político, que lo devora todo en su hoguera de vanidades e intereses.

Llama la atención como Benny Moré, Roberto Faz, José Tejedor, Orlando
Vallejo, Celia Cruz, Blanca Rosa Gil y muchos entre aquellos que
hicieron la mejor música en la década de los 50 del pasado siglo XX, una
de las más florecientes en este sentido, no cursaron estudios superiores
de música. Lo que hicieron, lo hicieron como fruto legítimo de la
inspiración y de un avatar que consiguió prosperar solo en el lugar y en
el momento en que esto fue logrado. Nada de lo que hacen en la
actualidad, los graduados de nivel elemental, medio y superior, tiene
comparación con la obra que dejaron aquellos inmortales. En más de cinco
décadas no ha surgido otro Matamoros, Benny Moré o Roberto Faz. Sin
libertad, es poco probable que surjan.

Me voy Obispo arriba y solo espero que esta impresión compartida con
lectores de todas partes, no perjudique a la depositaria del don que
quizás no llegue a ninguna parte. La dejó con su talento en el elenco de
falsedades que la alimenta con precariedad. Hago votos porque esto que
dejo escrito no la perjudique y abra el espacio para que alguien desde
algún sitio la rescate para una eventual posteridad. ¡Dios lo quiera!

Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com

Source: "Freddy ¿Otra vez? | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/9046-freddy-iotra-vez-.html

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