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Monday, November 11, 2013

El Brigadier Castro Espín

El Brigadier Castro Espín
Si las cosas continuan como van, para saber quién será el próximo
inquilino en el asiento presidencial de Cuba, no es necesario ser sútil,
ni tener mucha información...
Juan Juan Almeida
noviembre 11, 2013

El lunes pasado, en un diligente y articulado artículo publicado en esta
web, escribí, y cito: "La pregunta es, ¿Hacia dónde vamos?. La
respuesta, el próximo 2 de diciembre cuando se den a conocer los
ascensos militares y con ello la escalada o no a General del hoy Coronel
Alejandro Castro Espín. Promoción que, por un lado podría crear
descontento y división en la jerarquía militar; y, por otro, develarnos
si las denominadas "medidas para la actualización del modelo" es el
camino hacia las postrimerías de la llamada era de los Castro, si son
aperturas que conducen hacia una socialdemocracia (militarizada) donde
se vayan imponiendo poco a poco las libertades de cada individuo, o si
solo han sido sutiles maniobras dirigidas al reacomodo de una estructura
estatal que garantice únicamente una sucesión donde el poder cubano
transite de mano en mano, y de Castro a Castro."

Eso fue lo escrito, y repito; entender que sostengo la hipótesis de
ubicar el ascenso de Castro Espín a brigadier como "la clave" del futuro
de Cuba, o como próximo presidente insular, se me hace malinterpretar lo
escrito.

Si las cosas continuan como van, para saber quién será el próximo
inquilino en el asiento presidencial de Cuba, no es necesario ser sútil,
ni tener mucha información, ni manejar con precisión el arte de la
adivinación; basta con echarle un vistazo al artículo 94 de la
constitución que, mala o buena, está vigente y aunque hasta el propio
cabecilla con frecuencia desestima, tiene bien establecido que en caso
de ausencia, enfermedad o muerte del Presidente del Consejo de Estado,
será sustituido por el Primer Vicepresidente. O sea, ayer José Ramón
Machado Ventura, hoy Miguel Díaz-Canel, y mañana puede que un Pérez
cualquiera. La súper estructura estatal está muy bien cimentada (o mejor
dicho, maniatada) para que nadie pueda competir con el fantasma de Fidel.

El poder real es otra cosa. No es el visible trono de tapiz raído, sino
el reluciente cetro, que ya está fijado para que después de Raúl, si no
hay cambios sustanciales o inesperadas sorpresas, caiga en manos de
Alejandro. Negarlo sería algo así como ignorar la cubanía de la palma
real o la majestuosidad de un amanecer cubano. Cuba no es sólamente una
sociedad gobernada por un único partido, también por una dictadura
familiar. ¿Será necesario recordar el parentesco entre Fidel, Raúl,
Vilma, Mariela,…..?

El Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo, administrativo y,
según la ley, constituye el Gobierno de la República de Cuba. ¿Por qué
entonces Alejandro, sin ser miembro, participa y tiene voz decisiva en
las reuniones del Comité Ejecutivo y las juntas del Consejo de Defensa
Nacional?

El ascenso o no a General del Coronel Castro Espín, sólo nos permitirá
ver con suficiente claridad lo que el gobierno cubano nos ha ido
dosificando y diseñando como futuro, eso que llaman "reformas o medidas
para la actualización del modelo cubano". El poder ya lo tiene, y no
depende de un simple ascenso.

Muchos militares lo detestan, algunos lo critican, y otros se burlan, el
resto simplemente lo tolera; pero todos le obedecen y él lo sabe, porque
si bien es cierto que debido a un accidente en Angola perdió la visión
de un ojo, también es muy cierto que la agudeza visual del ojo sano es
20/20.

Source: "El Brigadier Castro Espín" -
http://www.martinoticias.com/content/opiniones-juan-juan-almeida-el-brigadier-castro-espin/29177.html

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