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Friday, October 04, 2013

'Voces' para la transición

'Voces' para la transición
NICO CERVANTES | La Habana | 4 Oct 2013 - 8:23 am. |

Se presenta en La Habana el número 18 de la revista.

Tras casi un año de impasse, el proyecto editorial de Yoani Sánchez
reapareció el pasado 30 de septiembre, "abierto a todo lo que tenga que
ver con arte y con Cuba", según su nueva editora, María Matienzo.

Voces (http://vocescubanas.com) había quedado en pausa desde noviembre
de 2012, cuando otros proyectos de Sánchez y de su primer editor, el
bloguero y escritor Orlando Luis Pardo Lazo, hicieron difícil mantener
la frecuencia mensual que se plantea esta publicación digital.

Para el reencuentro con sus seguidores, la revista introduce algunos
cambios en una visualidad de por sí ecléctica; el índice es caótico,
pues juega con los números de la charada; y se dedican varias páginas a
la promoción de proyectos on y offline, eventos y sitios de interés
cultural, entre otros. Según Matienzo, esto último será una línea de
trabajo en lo adelante. La editora también explicó que "comienza una
nueva etapa, pero esto no significa que estemos divorciados de la
propuesta anterior".

El número 18 de Voces propone el dossier La transición en Cuba ¿es una
utopía?, el cual abre con un pantallazo del periódico virtual Cuba Fake
News, informándonos la renuncia (utopía de utopías), de Raúl Castro a
sus cargos, mediante una escueta carta a su hermano Fidel, fechada el 24
de abril de 2009. No nos enteramos de muchos detalles porque todo queda
en familia.

En Armar la utopía, Aleaga Pesant interpreta las reformas emprendidas
con la llegada al poder de Raúl Castro, bajo el prisma de su posible
significación para impulsar una transición a la democracia en Cuba. El
artículo incluye la mención de algunas propuestas estratégicas en ese
sentido.

La 'cosa' cubana, de Pablo Díaz Espí, expone algunas evidencias
históricas sobre lo erróneo de supeditar las claves de la transición a
promesas de ayuda de las democracias occidentales, bajo la premisa de
que "el problema de Cuba es nuestro, solo nuestro". En paralelo, Díaz
Espí examina determinadas dinámicas que se tejen entre poder y exilio,
según las cuales ambas instancias colaboran en la construcción de
significados sobre el conflicto nacional, pues ubican el diferendo con
Estados Unidos en el centro de este.

Ese interés en la centralidad artificial que detenta el conflicto con
Estados Unidos, si de pensar la cuestión cubana se trata, es compartido
por Alfredo Fernández en 1996: año del retorno del poder estalinista a
Cuba. Fernández analiza la vuelta al "discurso de barricada" de los
hermanos Castro ante la conjunción, en 1996, de varios elementos
favorables para el comienzo de un cambio democrático en la Isla.

En C-14, Goldfish, 1 culto y 0 cambio, María Matienzo piensa el tema de
la transición en los terrenos del arte, mediante la búsqueda de
conexiones entre la novela Carbono 14, de Jorge Enrique Lage, y la pieza
teatral Goldfish, de William Ruiz y Alejandro Arango. Para Matienzo,
ambas "coquetean explícitamente con la necesidad de un cambio", pero
este queda inconcluso, no resuelto, en ambos relatos, lo cual metaforiza
una situación de inmovilidad.

Los cuatro artículos antes comentados conforman el núcleo del dossier,
pero hay otros que tributan indirectamente al tema propuesto, porque
ayudan a construir un campo de referencias, desde distintos ángulos y
registros, para pensar la transición democrática y sus obstáculos en la
actualidad.

Un agenciamiento radical (por tanto, ilustrativo) en ese sentido sería
el de la renuncia, el divorcio, como respuestas al error-horror Cuba.
Ello aflora en los escritos de Andy P. Villa y Juan Orlando Pérez.

En la tercera entrega de su saga tétrica Memorias de 100 y Aldabó, Villa
narra detalles (detallazos) de su internamiento en ese enclave policial.
Por su parte, Cuba, de Juan O. Pérez, es un testimonio-piñazo de la
extenuación patria: "...uno nace ya muerto en Cuba (….)", cansado "de
que Cuba siempre se meta en el medio (.…), tenemos que matar a Cuba".

Este post, publicado originalmente en el blog de su autor, articula
junto al texto de María Matienzo y sobre todo con el titulado Aprenda a
cagarse en ellos, del uruguayo Sandro Fell Jaw, una línea de ruptura con
la utopía, la tradición, los discursos y sentimientos
lírico-nacionalistas fabricados desde el poder. "¡Cuántas décadas
fabulando indigenerías inútiles!", bufa Fell Jaw. Su texto recuerda
mucho de lo que se publicaba en la revista digital The Revolution
Evening Post (una revista de culto).

El comentario de Reina María Rodríguez sobre la próxima aparición del
libro Hablar de Guillermo Rosales, obra de los investigadores Elizabeth
Mirabal y Carlos Velazco, destaca la necesidad de un movimiento de
rescate de "temas y autores que fueron, y son aún, excluidos dentro de
la Isla". El homenaje a Rosales en Voces 18 se completa con la
publicación de su cuento El diablo y la monja, y la semblanza que del
autor de Boarding Home escribiera su hermana Leyma, al cumplirse 20 años
de la muerte del escritor.

El componente literario del presente número, además de los desmadres
punkies de Fell Jaw e Ihoeldis Rodríguez en el mismo inicio de la
revista (acaso enfatizando la dimensión artístico-literaria de Voces),
se arma con un fragmento de la novela de próxima aparición Mar rojo, mal
azul, del director de cine Miguel Coyula, así como los poemas Derecho al
techo y Caminito, firmados por Amaury Omnipoeta y "Minerva",
respectivamente.

A propósito de Mar rojo, mal azul, Carlos Velazco resalta la textura
cinematográfica que caracteriza la narrativa de Coyula. Y sí: en el
fragmento publicado se revela una voluntad transmedia, como de montaje
fílmico, a base de contrastes, contraposiciones, tajazos más que cortes.
Una escritura con identidad propia.

Los dos poemas publicados comparten una veta de manifiesto: intimista,
musical y naif en Caminito, frontal y reivindicativa en Derecho al
techo, liberadoras ambas: "Los sistemas siempre encierran / Quiero mi
liberación". "Esto que ves es una casa / (….) casa bandera".

El número se completa con otros tres posts: Emigrar, emigrar, emigrar...
para el corazón no hay exilio, firmado con las iniciales K. S. Ll., es
un acercamiento a las implicaciones existenciales de la migración,
devenidas móvil para la creación artística; Otro barco para Corea, de
Henry Constantín, es un juego de asociaciones entre la vida en Corea del
Norte y en el poblado Corea, al oriente de Cuba, con el que su autor
también contextualiza la necesidad del cambio; y la reseña
cinematográfica titulada La persistencia de la miseria, de Roberto
Madrigal, sobre la película ambientada en Cuba Una noche, de la cineasta
Lucy Mulloy.

Surgida en agosto de 2010, la revista se mantiene fiel al espíritu
inicial de constituir "una ventana para mirar dentro y fuera de Cuba.
Voces de cambio y continuidad", al decir de Orlando Luis Pardo. Ya se
arma el siguiente número, que tendrá entre sus propuestas el dossier La
democracia en Cuba según algunos.

Source: "'Voces' para la transición | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1380867780_5365.html

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