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Sunday, October 06, 2013

Régimen cubano detiene a empresario panameño sin dar explicación

Publicado el sábado, 10.05.13

Régimen cubano detiene a empresario panameño sin dar explicación
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM

Un empresario panameño lleva más de un año encarcelado en Cuba en lo que
algunos describen como un caso de corrupción y otros como un intento de
La Habana de no cumplir con sus deudas o de pasar una mayor parte de su
comercio a empresarios de países políticamente afines.

Nessin Abadi, de unos 73 años y dueño de la gran cadena de tiendas de
artículos electrónicos Audiofoto, fue arrestado alrededor de agosto del
año pasado, pero no ha sido juzgado o ni siquiera acusado formalmente,
según amigos y contactos de negocios en Panamá.

Sus familiares han mantenido el caso fuera de los medios de prensa por
temor a que el gobierno cubano tome represalia contra él, dijeron las
fuentes. La familia denegó un pedido de entrevista o de información
sobre el caso que hizo El Nuevo Herald.

Pero documentos públicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Panamá muestran que el viceministro de Relaciones Exteriores Vladimir
Franco gastó $1,551.42 en un viaje a La Habana entre el 7 y el 8 de
octubre para hablar con el ministro de Relaciones Exteriores cubano
Bruno Rodríguez sobre "el caso de Nessin Abadi". El ministerio no
respondió las llamadas de El Nuevo Herald para que comentara para esta
historia.

Abadi, parte de una numerosa familia de judíos sirios que emigraron a
Panamá a principios del siglo XX, había estado vendiendo artículos
electrónicos hechos en Asia, así como equipos electrodomésticos, al
gobierno cubano durante muchos años desde la Zona Libre de Colón (ZLC),
libre de impuestos.

INTERROGACIONES FRECUENTES

El ha estado detenido en varias casas en La Habana administrada por el
Ministerio del Interior y una prisión, e interrogado casi a diario por
investigadores del ministerio, pero no ha sido acusado formalmente,
según sus amigos y contactos de negocios.

Funcionarios cubanos dijeron a sus familiares durante los pocos
contactos que les han permitido que él es sospechoso de corrupción,
según las fuentes, quienes dijeron que estaban indignados ante el
encarcelamiento de Abadi pero pidieron conservar el anonimato a causa de
los deseos de la familia.

El gobierno de Raúl Castro encarceló a por lo menos una docena de
empresarios extranjeros en La Habana entre el 2011 y 2012, en lo que se
describió como una campaña contra la corrupción, tan extendida en la
isla que estaba poniendo en peligro el futuro del gobierno comunista.

Pero empresarios de ZLC dijeron que Abadi gozaba de una reputación de
absoluta honestidad, y sospechaban que Cuba lo había arrestado para
evitar pagar la deuda que tenían con él, así como enviar un mensaje a
sus demás acreedores en Panamá que esperaran con paciencia cualquier
pago que estuviera atrasado y mantuvieran la boca cerrada.

No se conoce el total de la deuda de Cuba con los dueños de negocios de
ZLC porque no existe un sistema central de contratos, pero se considera
que es significativa porque "se está haciendo cada vez más y más difícil
cobrar lo que Cuba debe", dijo un empresario panameño.

Que Cuba acuse de corrupción a empresarios extranjeros es "como el burro
hablando de orejas", añadió. "Lo que pasó es que en Cuba no existe la
ley. Estos inversionistas internacionales cumplieron con la utilidad de
su propósito, y ahora el gobierno los está quemando".

Un argumento similar fue hecho el mes pasado por Stephen Purvis, un
empresario británico arrestado en La Habana en el 2011, encarcelado por
15 meses, juzgado en junio y sentenciado esencialmente al tiempo ya
servido. Él está ahora de vuelta en Inglaterra.

Aunque funcionarios cubanos dijeron a la prensa que estaba siendo
investigado por corrupción, él escribió en una carta a la revista
británica The Economist el mes pasado que él había sido acusado
verbalmente de revelar secretos de estado y otras violaciones, pero
nunca corrupción.

En lugar de eso, escribió, él fue convicto de "varias supuestas
violaciones de regulaciones financieras", cargos que se podría haber
presentado fácilmente contra cualquier otro de los muchos empresarios
extranjeros que él conoció en las cárceles de La Habana.

Pocos de esos casos "han sido reportados en la prensa, y hay muchos más
en el sistema de lo que se conoce", escribió Purvis. "Y mientras ellos
siguen esperando por sus cargos, juicio o sentencia, ellos ciertamente
no hablarán a la prensa".

Purvis indicó además que Cuba estaba atacando a determinados empresarios
para abrir paso a negocios con empresarios de otros países que estaban
en mejor sintonía política con La Habana y que probablemente no
presionarían tanto para que les pagaran sus deudas.

UN LUGAR RIESGOSO PARA INVERTIR

Los empresarios encarcelados son de varios países, agregó, "aunque los
representantes de Brasil, Venezuela y China brillaban por su ausencia",
escribió a The Economist. No se pudo contactar directamente a Purvis
para esta historia.

"Las razones por las que se persigue activa y agresivamente a los
negocios extranjeros son mucho más complicadas" que la corrupción,
alegó. "¿Por qué, por ejemplo, está en la cárcel el representante de (la
compañía telefónica sueca) Ericsson por llevar a cabo exactamente las
mismas actividades que su competidor chino, quien no lo está?"

"Hasta que se revisen las leyes relacionadas con la inversión y el
comercio extranjeros, y el servicio de seguridad cambie su modus
operandi para hacer cumplir estas leyes, Cuba seguirá siendo un lugar
extremadamente riesgoso para… los negocios extranjeros", escribió. "Los
ejecutivos extranjeros deben dejar a un lado toda ilusión sobre los
grandes riesgos personales que corren si deciden hacer negocios allí".

Purvis, quien era director de operaciones de Coral Capital, una firma
británica que invirtió en hoteles y en importación de automóviles y
planeaba un club de golf, fue puesto en libertad junto con su
compatriota británico Amado Fakhre, quien era el director ejecutivo de
la compañía.

El canadiense Sarkis Yacoubian fue sentenciado a nueve años de cárcel en
junio a pesar de que cooperó con las autoridades, dándoles detalles
sobre una red de corrupción en la que cayeron además varios funcionarios
del gobierno. Su primo y socio comercial, Krikor Bayassalian, ciudadano
libanés, fue condenado a cuatro años de cárcel.

Esperando todavía cargos oficiales y juicio está otro canadiense, Cy
Tokmakjian, quien lo mismo que Yacoubian vendió equipos de transporte y
otros al gobierno cubano. Él fue arrestado en el 2011.

Abadi no es el primer empresario panameño en tener problemas en Cuba.

Alejandro Abood, quien tenía entonces 50 años, fue arrestado en La
Habana en el 2001 en lo que un reportaje de El Nuevo Herald describió en
ese momento como una redada de cubanos y extranjeros sospechosos de
actividades de espionaje cerca de las oficinas del entonces gobernante
Fidel Castro.

Lo mismo que en el caso de Abadi, sus familiares se negaron a hablar con
los medios de prensa con la esperanza de ganarse un tratamiento más
benigno por parte de La Habana. Otras fuentes dijeron al periódico que
Abood había sido arrestado porque había tratado de cobrar el dinero que
Cuba le debía por medio de sobornar a funcionarios que podían influir
sobre los pagos.

Abood era, de hecho, el principal vendedor de tecnología importada a
SERVICEX, dirigida por Rodolfo Fernández, conocido como Conaca, el
comprador personal de artículos importados para Fidel y su hermano Raúl
Castro, dijo Delfín Fernández, sobrino suyo que vive ahora en Miami.

Abood fue puesto en libertad hace años, al parecer debido a problemas de
salud y ahora está recuperado y viviendo en Panamá. El permanece en la
lista del Departamento del Tesoro de EEUU de personas que han violado
las sanciones económicas a Cuba y otros países.

Source: "Régimen cubano detiene a empresario panameño sin dar
explicación - Cuba - ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/10/05/v-fullstory/1583666/regimen-cubano-detiene-a-empresario.html

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