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Friday, October 04, 2013

No es el barco, es el movimiento de las olas!

¡No es el barco, es el movimiento de las olas!
[03-10-2013]
José Antonio Sánchez Santoyo
Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana. En una de mis caminatas por la
ciudad de La Habana dirigí mis pasos a lo que antes fue el puerto
pesquero y hoy es un desolado cementerio de algunos que otro buque de
pequeño calado que fueron construidos en los artilleros de Bilbao en el
año 1980.
Eso es lo que queda de otrora puerto pesquero de La Habana, que llegó a
tener más de 100 barcos de gran porte, es decir de más de 10.000
toneladas de desplazamiento.

Pero mi andar no se detuvo allí, bajo el inclemente sol me dirigí al
emboque de Regla y pude ver de cerca en las condiciones que se
encuentran la Alameda de Paula, mis pies me llevaron al antiguo muelle
de San Francisco, hoy Sierra Maestra.

También pude ver su total deterioro, no queda nada de sus espigones que
tanta mercancía guardaron para la población, porque hoy todo ese
andamiaje de barcos y muelles se ha mudado para el puerto del Mariel y
ya los habaneros no pueden deleitar su vista viendo entrar y salir a los
barcos como años atrás.

También la flota mercante después de tener más de 70 u 80 barcos
aproximadamente hoy le quedan 5 o 6 que navegan con otra bandera por
estar fleteado a otras compañías navieras.

¿A dónde fueron a parar estos barcos?

En el año 1990 en plena crisis del periodo especial interno
descaradamente mentiroso el entonces invicto gobierno imperante, tuvo la
maravillosa idea de vender esos barcos como chatarra y entonces
recuperar unos cuantos millones de dólares para paliar su demencial
descalabro económico que llevó al pueblo a una hambruna total. Es triste
ver un cementerio de barcos, deja una sensación de vacío y nostalgia en
el alma y recuerdo mi niñez cuando de la mano de mis padres alguna que
otras veces me llevaban a ver los barcos.

Hoy sólo quedan tres lanchas que hacen el viaje de La Habana al pueblo
de Regla y Casablanca. De los transportes que en Cuba prestan sus
servicios, el más dañado ha sido el transporte marítimo y el que más ha
perjudicado porque habían millares de hombres que trabajaban en esos
menesteres y hoy al no haber barcos o muelles han quedado sin empleo.

Es por eso que en el título que encabeza este artículo hago referencia a
los barcos y las olas, ya que el mar se mueve constantemente pero el mal
de fondo hace zozobrar las embarcaciones y en este caso ese mal de fondo
tiene un nombre y se llama estado totalitario y las víctimas de ese
naufragio han sido los antiguos trabajadores marítimos y portuario que
hoy ven con nostalgia los muelles vacíos donde antes estaban sus barcos
y almacenes, donde diariamente acudían para ganar el sustento de sus
familiares y hacer prospera la nación que un día los vio nacer.

No sé si estas notas puedan gustarle a alguien, pero las considero
necesarias porque es un desahogo para mi espíritu y también para mis
corregionarios que ven con nostalgia esos muelles vacíos y sin ningún
barco que con su silbato anuncie la llegada de extraños en busca del
conocimiento de nuestra nacionalidad, la nostalgia es familia del tedio
y eso es que los muelles tan solitarios le brindan tanto a los
visitantes como a los que aquí vivimos.

Ojalá que el tiempo pase y pueda llenarse otra vez la rada habanera de
muelles y barcos también de curiosos que miren la belleza de los buques
en sus aguas, entonces sí sonaran sin nostalgias las sirenas de esos barcos.

LA PALABRA DEBE ESTAR AL SERVICIO DE LA VERDAD.

Source: "¡No es el barco, es el movimiento de las olas! - Misceláneas de
Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/524d32d03a682e0ed4eebab3

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