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Tuesday, October 08, 2013

Las marcadas divergencias dentro del exilio cubano

Publicado el martes, 10.08.13

Las marcadas divergencias dentro del exilio cubano
CHRISTINE ARMARIO
ASSOCIATED PRESS

En una pequeña tienda en la Calle Ocho de la Pequeña Habana en Miami,
Armando Pérez paga $25 para activar el teléfono celular de su hija en
Cuba. La propietaria de la tienda, Laura Benítez, teclea los números
para que Pérez y otros puedan llamar a la isla.

"Yo llamo a mi hija cada semana aunque sea para que me diga 'papi te
quiero'", dijo Pérez, quien salió de Cuba en el 2008.

Benítez, quien se fue de la isla poco después de la revolución de 1959,
no tiene familiares en Cuba. Muchos de sus clientes, sin embargo,
crecieron bajo el sistema comunista y llegaron a suelo estadounidense en
los últimos 10 años.

"Tienen que ir a Cuba a ver a sus familias", dice Benítez. "Yo no lo
entiendo porque mis padres están aquí. Si ellos estuvieran en Cuba yo
regresaría".

Unos 46,662 cubanos salieron de la isla legal y permanentemente el año
pasado, la mayor migración en un sólo año desde 1994, según cifras de la
Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba. Desde el 2002, el número de
cubanos que han abandonado su país ha estado por los 30,000 anuales, por
lo que los últimos 10 años marcan el mayor éxodo desde el inicio de la
revolución. Eso es aparte de los 7,000 a 19,000 que salen del país
ilegalmente cada año.

La nueva ola de inmigrantes cubanos se ha hecho patente en Miami, el
corazón del exilio cubano, creando por ejemplo tiendas especiales que
ofrecen teléfonos celulares, o panfletos que publicitan la inminente
visita de artistas cubanos.

Los cubanos que llegan en estos días se criaron en la isla después de la
revolución, y su actitud hacia su patria es distinta a la de los
inmigrantes que llegaron justo después de que Fidel Castro tomó el
poder. Su auge pone a relieve los contrastes, creando fricciones entre
los grupos y generando dudas sobre lo que es "un exiliado cubano".

Los enfrentamientos salen a relucir cuando, como por ejemplo, las
generaciones más antiguas de cubanoamericanos protestan ante conciertos
o eventos deportivos en que participan artistas o deportistas cubanos.
Algunos roces son evidentes incluso en pequeños negocios.

La madre de Benítez era una testigo de Jehová y estuvo tres años en
cárceles cubanas antes de huir en uno de los Vuelos de la Libertad, los
vuelos que salían de Cuba dos veces por día entre 1965 y 1973, y que
lograron sacar a 265,000 cubanos del país.

"Mi mamá decía que éramos refugiados", expresó Benítez. "Si ella hubiese
podido volver, no creo que lo hubiera hecho, ¿para qué volver a un país
que no nos quería?"

A diferencia de ello, la nueva generación de cubanos que llega a EEUU
rara vez menciona como razón la persecución política.

"En Cuba yo no vivía tan mal", comentó Pérez, un camionero de 63 años de
edad. Pérez llegó a EEUU en un bote con otras 30 personas a fin de
reencontrarse con su hijo, quien salió de Cuba hace varios años.

En el centro comercial donde se encuentra la tienda de Benítez, la
preparadora de impuestos Irka Ducasse Blanes recuerda que cuando vivía
en Cuba, no entendía por qué los cubanoamericanos se llamaban a sí
mismos "exiliados".

Blanes, de 40 años, trabajaba en finanzas para el Hotel Habana Riviera
en Cuba. Vivía relativamente bien y hasta viajaba al exterior por
trabajo unas dos veces al año. En el 2007, llegó a Estados Unidos
estando seis meses embarazada, y trayendo a su hijita de 7 años. Poco
después su esposo la acompañó.

La familia deseaba un mejor futuro para sus hijos, y hoy en día Blanes
sí acepta que es una "exiliada".

"La palabra 'exiliado', creo, es para aquellas personas que no pueden ir
a su país de origen cuando desean", expresó.

Hoy, muchos emigrantes cubanos regresan, algunos con cierta frecuencia.
Según cifras del gobierno cubano, unos 500,000 estadounidenses viajan a
la isla cada año, la mayoría de ellos cubanoamericanos.

Las razones de su salida – no tanto políticas sino económicas – aunadas
a la frecuencia de sus viajes a la isla, suscitan dudas sobre si el
término "refugiados" se ajusta para ellos.

Los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos definen como
refugiados "generalmente las personas fuera de sus países que no son
capaces o no están dispuestos a regresar por temor a sufrir daños severos".

Algunos políticos y activistas proinmigrantes dicen que es hora de
modificar las políticas que ofrecen ventajas a los cubanos que llegan a
suelo estadounidense, como la ley que ofrece un agilizado proceso de
residencia permanente a todo cubano que llegue a Estados Unidos.

"Yo no critico a nadie que quiera visitar a su madre, su padre, o a un
hermano que se está muriendo en Cuba", declaró Marco Rubio, senador
republicano por la Florida y nacido de padres cubanos, a la Sociedad
Estadounidense de Editores de Noticias. "Pero les digo, se vuelve
difícil justificar el status de alguien como exiliado o refugiado
cuando, año y medio después de llegar, están regresando a su país de
origen y lo hacen una y otra vez".

Emilio Morales, investigador de mercadeo en Cuba antes de emigrar a
Estados Unidos en el 2007, calificó como "malas" las relaciones entre la
generación antigua de exiliados cubanos y la de los recién llegados.
Destacó que a los más nuevos no les interesa tanto la política, y no
sienten que se les ha despojado de algo.

En general, la inmigración cubana a EEUU se ha dado en tres etapas: Los
que vinieron justo después de la revolución y que eran perseguidos
políticos, los que vinieron en la década de 1980, principalmente en
barcos y que mayormente eran gente opuesta al gobierno comunista, y los
que han salido de Cuba desde 1994, mayormente por razones económicas
tras el colapso de la Unión Soviética.

Los siete cubanoamericanos que están en el Congreso de Estados Unidos
provienen de familias que vinieron poco después de la revolución, y en
su mayoría son partidarios de políticas duras hacia el gobierno de La
Habana, reflejando la actitud general de toda su generación.

Rafael Gonzalo, de 69 años y quien vino a EEUU en 1959 cuando tenía
apenas 15 años, dijo que las generaciones más viejas de cubanos tienen
poco contacto con los más jóvenes. Los cubanos que llegan a EEUU hoy son
inmigrantes, no exiliados, dice Gonzalo, y las diferencias abarcan todo
tipo de actitudes y costumbres, desde la manera en que hablan y visten,
hasta su actitud hacia el trabajo.

"A los que vienen ahora no les gusta trabajar tanto", expresó. "La raíz
del problema es que en Cuba no se trabaja".

En Cuba la gente subsiste "resolviendo" agregó, una expresión cubana que
significa inventar algo, o intercambiar algo, para poder tener recursos.

Blanes frunce el ceño cuando escucha ese tipo de comentarios. Ella
estudiaba de noche y cuidaba a sus dos hijas a fin de poder rehacer su
carrera en Estados Unidos. Muchos de los empleados no han conseguido
trabajado, pero sí quieren trabajar, dice.

En su tienda, Benítez simpatiza con sus clientes, pero siente la
necesidad de recordarles de las libertades de las que gozan en EEUU.

Aunque no lo mencionó, Pérez fue arrestado una vez en Cuba por vender
carne ilegalmente, dice Benítez. Pero al mismo tiempo reconoce que la
persecución política no fue la causa de su partida.

"Hambre es hambre y necesidad es necesidad. La libertad está ahí, pero
primero viene el alimento", expresó.

Source: "Las marcadas divergencias dentro del exilio cubano - Cuba -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/10/08/v-fullstory/1585314/las-marcadas-divergencias-dentro.html

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