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Monday, October 21, 2013

La tragedia de los animales y la de los cuentapropistas

La tragedia de los animales y la de los cuentapropistas
[21-10-2013]
Mario Hechavarría Driggs

(www.miscelaneasdecuba.net).- Semanas atrás asistimos en la capital
cubana a un operativo realizado de conjunto por las autoridades
involucradas en las actividades aquí llamadas "por cuenta propia",
directamente contra los vendedores de animales vivos, actividad muy
popular en Cuba, con licencia concedida hace más de una década.
Muchos de estos comerciantes fueron conducidos hasta las unidades
policiales de la ciudad, tal cual vulgares delincuentes, multados,
confiscando la totalidad de su mercancía, es decir, los animales en
venta, con la expresa prohibición de continuar ejerciendo una actividad
por la cual pagaban impuestos al estado, vendiendo libremente gallos y
gallinas ante la vista de todos durante muchos años.

Actualmente la actividad quedó limitada a ciertos espacios dentro de los
llamados mercados libres agropecuarios, pocos en La Habana, en tanto
anteriormente funcionaban numerosos establecimientos menores a nivel de
barrio, sin mayores problemas, con gran aceptación popular.

Otra cosa es la tragedia de los animales. Unos son de crianza,
universalmente aceptados en cuanto a su comercialización, como el
Carnero, las aves de corral, el Chivo y las palomas. Otros son especies
silvestres de la fauna nacional, protegidos internacionalmente por
tratados de los cuales nuestro país es firmante.

De estos últimos sobresalen en cuanto a su demanda, el Majá de
Santamaría, boa cubana y la Jicotea, pequeña tortuga de nuestros ríos,
ambas especies muy solicitadas en la religión Yoruba (Santería); aunque
el Majá es igualmente apreciado por las propiedades medicinales de su
grasa (Manteca), en tanto la Jicotea puede ser una mascota para los
niños de la casa, al estilo de los pajarillos.

El auge de la comercialización de animales vivos llegó con el levante de
la Santería, religión ahora en boga, cuya liturgia exige numerosos
sacrificios de las más disímiles especies, tanto silvestre como de
crianza. Tampoco es desdeñable el porciento de familias que prefieren un
pollo vivo como alimento, ante su similar congelado tal vez hace muchos
meses, importado de otro país.

Lo cierto es que, de los unos y de los otros, todos los animales
mencionados y muchos más, eran vendidos libremente, tradición popular de
larga data en Cuba, pagando los comerciantes los impuestos establecidos.
De momento, sin previo aviso, los llevan detenidos a una estación de la
Policía, perdiendo en pocas horas el pequeño negocio del cual vivieron
durante mucho tiempo.

Traigo a colación la amenaza que hoy pende sobre los cuentapropistas.
Los vendedores de ropa y zapatos importados y los dueños de las salas de
videos, estos deberán poner fin a sus negocios al concluir el presente
año, luego de realizar notables inversiones, pensando que esta vez las
cosas iban en serio de acuerdo a las promesas y los decretos del gobierno.

Luego vendrán otras prohibiciones y otras más, la película se repite.
Aquí nada es seguro, el estado quita y pone, y el pueblo sufre. Como me
decía un viejo amigo. ¨ Me voy de Cuba para no convertirme en un Zombi,
es decir, en un muerto vivo¨.

Source: "La tragedia de los animales y la de los cuentapropistas -
Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5264fdbe3a682e09983a6e29

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