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Wednesday, October 16, 2013

La Habana - la vanidad de un Congreso de Economía y Desarrollo

La Habana: la vanidad de un Congreso de Economía y Desarrollo
Martes, Octubre 15, 2013 | Por Manuel Cuesta Morúa

LA HABANA, Cuba, octubre,www.cubanet.org – Hasta el 18 de octubre, se
celebra en La Habana el Primer Congreso Internacional sobre Gestión
Económica y Desarrollo, evento-vitrina que alimenta la ilusión de que,
por primera vez, se discuten en el mundo la relación entre economía y
desarrollo.

A este Congreso asisten representantes de 22 países y más del doble (39)
de universidades extranjeras que cubanas (11), más de 200 años después
de escrita Las Riquezas de las Naciones de Adam Smith.

Todos los meses hay en el mundo encuentros de economía internacionales.
Los europeos, más que los norteamericanos, son prolíficos en congresos
de economía, a pesar de que están menos obsesionados con el dinero que
los Estados Unidos, y no tienen aspiraciones inaugurales. Pero parece
que, a excepción de nosotros, nadie ha advertido el vínculo entre la
economía y el desarrollo.

Los temas a discutir

Una mirada a los temas a discutir nos muestra la vanidad de este Primer
Congreso: Contabilidad financiera, auditoría y control interno;
Formación económica y superación profesional; Desarrollo local, economía
social y solidaria; Cooperativismo como alternativa de desarrollo, y
Finanzas internacionales y banca, son los tópicos más destacables…

¿Es posible que estos temas vayan a ser discutidos por primera vez en el
mundo?

La pregunta puede parecer tonta, a no ser que el título del evento sea
para impresionar a los observadores con la seriedad cubana en relación
con los problemas más acuciantes del mundo. Como si los problemas de
fondo en economía estuvieran resueltos en Cuba.

Con esta pretensión, una entre las 221 ponencias, lleva el título:
Teoría cubana de los fund-edges (capitales especulativos de alto
riesgo): una aproximación crítica. Bien cabría pensar que algún
economista cubano intenta sentar cátedra sobre los capitales golondrinas
del mercado financiero.

Vemos el palpable divorcio entre los temas a discutir y la realidad de
la economía cubana.

Realidad y fantasía

Lo que da combustible a la segunda ilusión: que la economía cubana está
en un evidente proceso de modernización y que ya estamos en condiciones
de discutir las finanzas internacionales, no en unos talleres de
aprendizaje, sino en todo un Congreso. Así lo pensarán muchos visitantes.

Existe algo así como un intento de dar cuerpo, propaganda y discurso a
lo que, sin nombre oficial, podríamos llamar la Nueva Economía cubana.
La prensa, y algunos inversionistas extranjeros se han atrevido a
adelantar que Cuba cambia, que avanza a nuevos rumbos económicos, bien
diferentes a los que el gobierno cubano seguía hasta hace unos años.

Después del adiós a la economía voluntaria de Ernesto Guevara, el
gobierno se asoma ahora a la economía real. Así se inventa el concepto
de Actualización del Modelo; se regresa al tema de la pequeña iniciativa
individual; se desruraliza el cooperativismo según los manuales de
cierta versión de socialismo, todo envuelto en el viejo juego cubano de
la modernización aparente.

El juego de las apariencias

La primera apariencia tiene que ver con el acceso de estudiantes y
profesores al conocimiento mundial; recordemos Infomed, la red
informática de medicina que supuestamente iba a elevar los conocimientos
de médicos y estudiantes a los primeros niveles en el mundo.

La segunda de las apariencias, es organizar eventos internacionales
sobre todas las materias posibles, con el propósito de pretender que nos
movemos a la vanguardia de las discusiones

El Primer Congreso Internacional sobre Gestión Económica y Desarrollo,
podría sustentar una tercera ilusión: la de que el conocimiento previo,
sin la experiencia, puede producir el desarrollo deseado, preparándonos
de antemano para conducir nuestra propia experiencia económica en un
mundo cada vez más interconectado.

Este tipo de ilusión ha funcionado en muchos países del mundo, los
asiáticos hacen de ella una especialidad que les ha resultado
productiva, pero exige requisitos previos que no se cumplen en Cuba.

Lo demuestran los casos de Perú y Brasil, solo la actuación abierta,
legalmente garantizada crea un entorno eficaz para las auditorías y los
controles contables de las empresas. Con sus tres agregados exigibles:
dinero real a través de impuestos, eficiencia en la utilización y
asignación de recursos y combate a la corrupción.

Represión y desarrollo

Esta premisa de modernización económica no existe en Cuba. Más bien las
últimas disposiciones y acciones del Estado contra los vendedores de
ropa y artículos industriales enseña que aquel no ha aprendido mucho de
economía cuando impulsa cada vez más hacia el mercado informal que crece
proporcionalmente a la represión. Y esta es justamente la negación del
desarrollo.

Veamos, por otra parte, la política de desarrollo al estilo de China.
Como bien dicen algunos economistas, China cuenta con una política para
el crecimiento pero no para el desarrollo. Su gestión económica
orientada a la exportación la lleva a afinar un tipo de gestión
económica e capitalista siglo XIX, que por sí misma no implica
desarrollo. Como lo demuestra la creciente desigualdad entre las
diversas regiones del inmenso país.

La condición primaria para que la gestión económica signifique
desarrollo es la de involucrar a todos los actores reales y potenciales
en el crecimiento económico y descentralizando la toma de decisiones.

La India hizo esto, con su revolución verde; China no. Y Cuba,
imitándola para mal, tampoco conecta gestión económica con desarrollo
posible. ¿La prueba? La Zona Económica Especial del Mariel (Shangai como
intención en el Caribe) establecida por decreto, y contraria a la Ley y
a la implicación popular, es el tipo de progreso económico probable, que
pone en práctica una gestión económica típicamente capitalista, de viejo
cuño, sin poner en marcha desarrollo alguno.

El gobierno de El Mariel

El gobierno cubano, al que en términos económicos deberíamos llamar cada
vez más como el gobierno del Mariel ―a los demás efectos económicos el
resto de Cuba es una Zona Especial de Miami con sus 5.1 billones de
dólares de trasiego en personas y mercancías― ha hecho la peor apuesta
estratégica para Cuba. El Mariel, si se desarrolla, y yo lo dudo, cogerá
fuertes catarros cuando Brasil, China y los Estados Unidos estornuden. Y
recemos para que los tres no lo hagan al unísono.

Un Primer Congreso sobre Economía del Hogar y los Derechos de Propiedad,
tendría más sentido, y sería de verdad el primero. La fórmula es la
siguiente: a menor pretensión, más desarrollo. Y para todos los cubanos.

Source: "La Habana: la vanidad de un Congreso de Economía y Desarrollo |
Cubanet" - http://www.cubanet.org/?p=51299

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