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Friday, October 18, 2013

Brasil al rescate de la dictadura castrista

Brasil al rescate de la dictadura castrista
[17-10-2013]
Jorge Fonseca
Escritor y Periodista cubano en Brasil

(www.miscelaneasdecuba.net).- Hay en Brasil --y en una buena parte de
Latinoamérica-- una distorsión generalizada respecto a regímenes
políticos, ideológicos y económicos. Después de salir airosos de
dictaduras de corte político militar, buena parte de la América del Sur
se embarca ahora en un apoyo incondicional a la única dictadura
remanente en toda Latinoamérica: la dictadura castrista implantada en
Cuba. El castrismo fue el causante de la guerra civil guerrillera de las
décadas de los 60 y 70 del siglo pasado en toda Nuestra América,
consecuencia de la cual emergieron las dictaduras militares mencionadas
antes, que al derrotar la izquierda beligerante de entonces, crearon
democracias gobernadas (primera distorsión) nada menos que ¡por los
derrotados!
La segunda distorsión --ésta de tipo político-- consiste en que América
Latina no reconoce en la Cuba castrista una dictadura. Por increíble que
parezca, los ex-guerrilleros entrenados en la isla para hacer la guerra
en Sudamérica (ahora en el poder en sus países) insisten en ver en la
opresión de los hermanos Castro una "democracia social". ¡Nada tan
insensato! "Ellos" sí que pudieron luchar contra las dictaduras que los
oprimieron, los cubanos "no pueden" hacerlo.

Como que la mayoría de los gobernantes de Latinoamérica fueron
guerrilleros reciclados, que por increíble que pudiera parecer salieron
con vida de "terribles" "dictaduras militares" mientras "luchaban" por
implantar en sus países un sistema similar al cubano, ahora les cuesta
trabajo reconocer que estaban "totalmente equivocados", por eso apoyan
al castrismo. Esta es una distorsión ideológica: quieren para Cuba lo
que no quieren para sus países. ¿Simpático verdad?

Por otra parte, todas estas naciones luchan por atraer la inversión
extranjera para impulsar el crecimiento económico, se adhieren a las
prácticas del mercado como fuente de riquezas y toman medidas
privatizadoras como vía de aumentar la eficiencia económica, mientras
aplauden la discriminación que los hermanos Castro hacen con la sociedad
civil cubana en general, impedida de capitalizarse, de actuar como entes
económicamente activos, relegada a actividades menores y subalternas.

Brasil, sabiendo que el castrismo sólo se mantiene si consigue un
soporte económico fuerte que lo sostenga en pie (primero fue la Unión
Soviética, que subvencionó la isla por 30 largos años, después fue la
Venezuela de Hugo Chávez, que todavía envía ríos de petróleo sin costo
alguno para mantener aquel "parque temático" de carros viejos y
edificios destruidos) se ha aventurado a ser el próximo en la lista de
sostenedores de la más antigua dictadura de Continente.

En consonancia con la creencia de que los cubanos "no pueden ser
libres", el actual gobierno brasileño del Partido de los Trabajadores,
PT, aliado fundamental de la dictadura castrista en Brasil, se ha
apresurado a "enterrar" en la isla de los hermanos Castro más de mil
millones de dólares por concepto de la modernización de un puerto
cubano, para operarlo precisamente cuando Estados Unidos decida
comerciar con Cuba, lo que –por ley norteamericana-- sólo será posible
cuando Cuba haga una apertura política, es decir, cuando ya no haya más
castrismo.

En el momento que los hermanos Castro ensayen una apertura política,
ninguno de los representantes de su nefasta dictadura será gobierno
nunca más en la isla, por eso no la hacen. ¿Cómo es posible que la
ceguera del PT brasileño permita que se dilapide el capital nacional
entregando más de mil millones de dólares a una dictadura en sus
finales, pensando que habrá alguna manera de continuar en Cuba después
del cambio político? Todo aquel que ahora (o antes) ayudó a los hermanos
Castro a oprimir al pueblo cubano, será simplemente expulsado de la
isla, con el apoyo firme de EUA siempre que haya intereses --como los
del PT brasileño-- que también lesionen directamente los intereses
norteamericanos.

Como si todo lo anterior fuera poco, el actual gobierno del PT brasileño
usa nada menos que cuatro mil médicos cubanos dándoles el tratamiento de
"ciudadanos de segunda" categoría al negociar con los hermanos Castro el
pago de prácticamente todo el salario mensual comprometido con cada uno
de ellos, entregándoselo a los dictadores, mientras paga a cada médico
una fracción insignificante de ese salario. Una práctica esclavista que
no sucede con ningún médico extranjero en Brasil y que sólo sirve para
apoyar con más de 200 millones de dólares por año a la fallida tiranía
castrista, quitándoselos del salario de los sacrificados médicos
cubanos, canallada que el pueblo de la isla no olvidará cuando recupere
su libertad.

La antigua Unión Soviética mantenía a la dictadura cubana por razones de
estrategia de la alta política internacional durante la guerra fría.
Algo similar sucedió mientras Chávez estuvo con vida, ya que se
constituyó en punta de lanza del castrismo para penetrar en Sudamérica.
Pero ¿qué persigue Brasil con este empeño de sustituir a Venezuela como
mantenedor de la dictadura castrista en el poder?; ¿será para
materializar un antinorteamericanismo pueril?; ¿será que Brasil quiere
construir en Cuba una plataforma productiva para comerciar con ventajas
con EUA cuando ya los hermanos Castro no existan?; ¿será un guiño de la
dupla Lula-Dilma (mentores del apoyo económico a la isla ahora, para el
mantenimiento de la dictadura en Cuba) a la extrema izquierda de su
partido, el PT, con objetivos políticos partidarios internos?

Todas las preguntas formuladas tienen respuestas alternativas, algunas
más explicables, otras menos. La pregunta que resulta difícil de
responder es ¿cómo el gobierno brasileño se "embarca" con dinero del
estado (no del partido PT) en una política planificada precisamente para
el post castrismo, cuando sabe que ayudar a los hermanos Castro a
oprimir al pueblo cubano ahora, es la mejor manera de ser expulsados de
la isla precisamente en ese post castrismo, tanto por los gobernantes
anticastristas cubanos que lleguen al poder, como por los
norteamericanos, contra los cuales se ejecuta también la actual política
injerencistas brasileña?

Una posible respuesta a la pregunta anterior es que el PT brasileño
quiere "apoyar" una doble apertura, económica y política en la isla (sin
apertura política no hay negocios con EUA, por ley norteamericana,
repito) pero sin tener en cuenta a los opositores cubanos, sino
solamente a aquellos cubanos "militantes" que apoyan los desmanes
dictatoriales hoy y que si logran sobrevenir al fracaso socialista,
pretenden continuar con las "deliciosas riendas del poder".

Brasil con todo eso, ejecuta una peligrosa aventura partidaria,
ideológica y "fraternal" del partido en el poder, PT, que admira a la
dictadura cubana subvirtiendo los valores democráticos y jugando con el
dinero del estado, no del partido PT. Algo así no puede tener éxito ni
en el corto, ni en el mediano, ni en el largo plazo, porque, por más que
el PT brasileño no quiera, el pueblo cubano tiene derecho a ser tan
libre, democrático e independiente, como lo es el propio Brasil, así
como lo son el resto de los países de Latinoamérica, después de
liberadas de las dictaduras militares emergidas precisamente por la
imposición guerrillera castrista a sangre y fuego.

Para una sociedad como la cubana, que ya ha pagado el alto precio de 10
mil jóvenes fusilados por causas políticas, de más de 400 mil luchadores
por la democracia que han cumplido largos años de prisión en las
ergástulas dictatoriales y que ha emigrado masivamente (más del 20% de
la población cubana vive en el exilio) la derrota de la dictadura está
próxima y sería muy triste que un pueblo hermano, noble y generoso como
lo es el brasileño, empañe su historia y su futuro ético y moral
intentado impedir que el pueblo cubano alcance finalmente su libertad.

Source: "Brasil al rescate de la dictadura castrista - Misceláneas de
Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/525fc5673a682e0570df9f64

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