No podrán detener la primavera

Publicado el jueves, 09.19.13

No podrán detener la primavera
ARIEL HIDALGO

Ciertas señales revelan una conciencia de necesidad de cambio
democrático ganando terreno en todos los sectores de la sociedad cubana,
incluso dentro de aquellos tradicionalmente considerados como sostenes
de la dirigencia histórica en el poder por más de medio siglo.

Desde muchos años la Conferencia de Obispos Católicos viene pidiendo
aperturas en varias declaraciones, la más importante de las cuales fue
El Amor todo lo espera. Pero el pedir tolerancia, reconciliación y
amnistía se mantenía dentro de los parámetros tradicionales de las
demandas eclesiásticas. Otra cosa es abogar públicamente por una reforma
política que incluya los derechos de toda la diversidad del espectro
ideológico como acaba de hacer en una carta pastoral de 43 puntos
distribuida en todas las parroquias de Cuba: La Esperanza no defrauda.

La Iglesia ha sido siempre muy cautelosa, sobre todo cuando en los años
60 más del 90 % de la población apoyaba incondicionalmente a un liderato
joven que llegaba al poder en medio de un vacío institucional tras el
derrumbe de un régimen de facto impopular. La política abiertamente
anticlerical y luego la declaración del carácter oficialmente ateo del
nuevo Estado en tiempos en que el fanatismo de unos –que sustituían en
sus hogares la imagen de Jesús por la del nuevo caudillo–, mezclado con
el miedo de otros, habían dejado los templos casi vacíos. Pero poco a
poco el despertar de muchos ante la real naturaleza del nuevo régimen y
el desamparo frente a una nueva casta de burócratas arbitrarios que
ejercían sus desafueros en un país regido más por el capricho que por la
fuerza de la ley, llevó a gran parte del pueblo a buscar en la Iglesia
el único asidero que permanecía en pie tras lograr el Estado-Partido
absorber por la fuerza a casi toda la sociedad civil. Esa participación
fue en crescendo durante los años 70 hasta que le tocó el turno a la
dirigencia histórica de ser cautelosa ante la realidad de que incluso
muchos de quienes aún apoyaban el proyecto vigente –ya fuera por
prudencia o ignorancia–, buscaban en la Iglesia o en otras creencias
incompatibles con la filosofía atea, llenar el vacío espiritual que
dejaba un régimen eminentemente materialista. Esta fue la causa de las
rectificaciones en torno al tema religioso, como la reconversión del
Estado ateo en laico y el aceptar la entrada al Partido de personas
abiertamente religiosas, porque ya muchos que estaban dentro lo eran.
Este apoyo popular otorgó a la Iglesia la fuerza necesaria para demandas
exitosas como la liberación de presos políticos. El que ahora se atreva
a ir más allá exigiendo radicales cambios políticos se debe
probablemente a que se siente respaldada por una opinión popular muy
generalizada.

Por los mismos días el músico Roberto Carcassés junior, en el evento
ante la misión diplomática de Estados Unidos el pasado 12 de septiembre,
transmitido por la televisión cubana, no se limitó a pedir libertad para
los cinco espías cubanos y el fin del embargo norteamericano, sino
además, elección directa del presidente por la población e igualdad de
derechos para todos: "Ni militantes ni disidentes, todos cubanos con los
mismos derechos". Carcassés no se retractó ante la suspensión indefinida
impuesta por las autoridades como hubiera sido lo usual en estos casos,
sino que reafirmó por internet estas aspiraciones, con lo cual se une a
otros músicos y artistas que han manifestado cuestionamientos
semejantes, como el caso de Pablito Milanés. El que el castigo fuera
revocado ante las protestas de algunos músicos, es también significativo.

A todo lo anterior se unen intelectuales, ex funcionarios, ex militantes
–y algunos que todavía lo son–, para cuestionar la política oficial y
reclamar un socialismo más participativo.

Aunque no se ejecutan contra ellos medidas represivas extremas como las
aplicadas contra los disidentes, son excluidos de los medios oficiales,
por lo que acuden a diferentes blogs para expresar sus opiniones.

Un descontento cada vez más generalizado obliga al régimen a romper cada
año su propio récord de acciones represivas contra la disidencia por el
temor a que una pequeña chispa prenda el polvorín. Esto me recuerda unas
memorables palabras de Salvador Allende que ahora servirían en justa
medida para el caso cubano: "Podrán arrancar todas las flores, pero no
podrán detener la primavera".

Infoburo@aol.com

Source: "ARIEL HIDALGO: No podrán detener la primavera - Opinión -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/19/1571147/ariel-hidalgo-no-podran-detener.html