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Thursday, September 12, 2013

Guanabacoa, la próspera villa habanera que se nos fue

Guanabacoa, la próspera villa habanera que se nos fue
Cuando uno se entera que antes de 1959, solo en Guanabacoa, había 8
firmas productoras de calzado de calidad, no puede menos que indignarse,
o entristecerse.
Tania Quintero
septiembre 10, 2013

Guanabacoa, uno de los quince municipios que hoy conforman la provincia
de La Habana, mundialmente es conocido por ser la patria chica de tres
grandes de la música y la cultura cubana: Ernesto Lecuona, Rita Montaner
e Ignacio Villa, Bola de Nieve. También por sus santeros y babalaos.

Antes de 1959, Guanabacoa y Rancho Boyeros eran dos de los territorios
más industrializados de la capital. A ellos se sumaría Marianao, la
ciudad que progresa, como rezaba el slogan. A pesar de las ruinas
habaneras, el olvido de los más viejos, agobiados por la supervivencia
diaria, y la desinformación y apatía de los más jóvenes, vale la pena
desempolvar el pasado de localidades de Cuba que vivieron tiempos de
auge y esplendor en la industria y la economía.

En el idioma de los taínos, Guanabacoa significa "tierra de ríos y
lomas". La Villa de Pepe Antonio, como popularmente le llaman, fue
fundada por los españoles el 12 de junio de 1554. Su prosperidad se
inició en los siglos 17 y 18 y ya en los siglos 19 y 20 se destacaba por
su desarrollo económico. A unos 5 kilómetros del centro de La Habana,
tiene alrededor de 113 mil habitantes. Es el municipio con más
cementerios del país, 6 en total, incluidos dos judíos.

En la Guía Provincial de La Habana (1944), reproducida en el sitio
online El Güije, se encuentran datos sobre aquella Guanabacoa que se nos
fue. Cita obligada es Pedro A. López, natural de Laredo, Santander, que
llegó a la isla en 1887 y desde sus inicios se dedicó al ramo de la
papelería. Fundó tres importantes fábricas. La primera en 1925, de sacos
de papel, en El Cerro, que producía todos los sacos para envasar azúcar
que Cuba necesitaba. La segunda de cartón, en 1938, en Guanabacoa, cuya
producción se distribuía en el mercado nacional. Y la tercera, en la
misma localidad, una fábrica de colorantes y condimentos. El colorante
utilizado era natural y se convirtió en sustituto del costoso azafrán.

Otro español ilustre fue José Bravo, dueño de La Casa de los Catalanes,
que no era catalán, si no asturiano. Desde que en 1928 llegó a Cuba se
asentó en Guanabacoa. En 1942 abrió el negocio, que siempre estuvo
dedicado a la venta de tabacos, cigarros, fósforos y billetes de lotería.

Unos propietarios eran extranjeros, otros cubanos, como Salvador Rovira,
dueño de La Imperial, fábrica de dulces especializada en jaleas y
conservas en pastas y latas. Antonio González Cuéllar fundó la panadería
y repostería El Louvre, famosa por la alta calidad de sus materias
primas. Dos cubanos, Bernardo e Ignacio Uriarte, en 1941 decidieron
trasladar de una céntrica calle habanera a otra guanabacoense, los
Labarotarios Uriarte, productores de jarabes y píldoras muy populares
entonces. Es probable que estos Uriarte estuvieran emparentados con
Florencio Uriarte Ercoreca, uno de los dueños de la Ferretería El
Progreso. El otro dueño, Teodoro Leisa, también era vasco. Instalada en
1937, por su surtido y por el trato afable de sus dueños y empleados se
consideraba la mejor ferretería de Guanabacoa.

Importante también fue el Tostadero de Café Regil, fundado en 1881 por
Don Augel Regil y que en 1933 pasó a manos de José María Serna y los
hermanos Enrique y Domingo Trueba. Los cartuchos de Regil eran envasados
herméticamente, en la fábrica laboraban 75 empleados y con una flota de
16 camiones pequeños, lo repartían por toda La Habana y parte de las
provincias de Pinar del Río y La Habana. Las dos marcas de café más
vendidas en Cuba antes de 1959 eran Regil y Pilón.

Pero el número uno se lo llevaban las industrias de las confecciones y
el calzado. En Guanabacoa existieron 5 talleres de confecciones. Tres
llevaban los nombres de sus propietarios: Benito Pérez e Hijos; Humberto
González Espuch, dedicado a la ropa de hombre; Isidoro Marín Padilla,
camisas y ropa interior de la marca Boston Sport. A ellos se suman la
Compañía de Confecciones S.A., con 250 empleados y una producción
mensual de 5 mil docenas de piezas, entre camisas, pantalones y ropa
interior, y la American Textil S.A., que elaboraba materia prima para
toda clase de colchonería.

La industria del calzado contaba con 8 fabricantes: Pupy, del cubano
Octavio García Cartaya, quien junto a sus siete hermanos y tres
empleados se especializaron en calzado infantil; Sr. David Melcer;
Señores Mendoza y Arbelo; Gercowiky y Mordhowicz, rusos; Osinski, Ozeski
y Stern, polacos; Natan Wager & Co, también polacos; Martínez y
González, cubanos, y The Dorothy Shoe, de Carlos Zelcer, lituano. Todos
estos talleres o chinchales elaboraban zapatos de gran calidad,
cualquiera los podía adquirir y llegaron a tener una selecta clientela.

Es que el cosmopolitismo de La Habana no se concentraba solo en las
barriadas del Vedado y Miramar; las tiendas exclusivas situadas en
Galiano, San Rafael y Neptuno; los hoteles, teatros y cabarets. Se
extendía a todos sus municipios. Es el caso del cine-teatro Lutgardita,
en Rancho Boyeros: pese a su actual nombre, Sierra Maestra, y la desidia
de las autoridades, por su diseño y arquitectura, figura entre los
inmuebles de interés para los especialistas.

Cuando uno se entera que antes de 1959, solo en Guanabacoa, había 8
firmas productoras de calzado de calidad, no puede menos que indignarse
-o entristecerse- cuando lee lo que la periodista independiente Gladys
Linares en un artículo reciente en Cubanet escribió sobre la escasez de
zapatos:

"Una opción muy socorrida la podemos ver muchas veces en los portales o
en áreas cercanas a centros comerciales: algunas personas venden zapatos
recuperados por los 'buzos' de los contenedores de basura, que
previamente arreglan y limpian. Su precio puede oscilar entre los 4, 5 o
10 pesos convertibles. Y aunque no se crea, siempre aparecen
compradores, sobre todo entre los ancianos y jubilados".

Source: "Guanabacoa, la próspera villa habanera que se nos fue" -
http://www.martinoticias.com/content/habana-guanabacoa-villa-ciudad-cuba-/27302.html

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